"El anatema moderno no es ser denigrado en los medios, sino ausentarse de ellos. Esta obra es disidente también por eso, una gota de agua en el mar, pero sin ella, decía la madre Teresa, el mar no estaría completo.
Al final, las palabras de Kissinger: "La distinción reside entre quienes adoptan sus objetivos a la luz de la realidad y los que intentan modelar la realidad a la luz de sus propios objetivos”. Claro que Kissinger era un estudioso de Bismarck y acaso adaptó la del prusiano: “Vivimos una época maravillosa en que el fuerte es débil por sus escrúpulos morales y en que el débil se hace fuerte debido a su audacia”.
El escrito de Fernández-Cruz explica ese cambio en el mundo desde el siglo XVIII al XXI, de Kant a Putin".
Del prólogo de Gustavo Morales.